martes, 1 de diciembre de 2009


Justificacioon

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha registrado más de 20 000 zonas arqueológicas precolombinas en México. De éstas, 106 zonas arqueológicas diseminadas por todo México pueden ser visitadas y cuentan con todos los servicios de infraestructura necesarias para el turismo arqueológico, vías de comunicación, museo de sitio, hospedaje, alimentación y lugares de esparcimiento.
Visiting México le ofrece toda la información sobre las zonas arquelógicas, lo encontrará en el sitio de turismo de México más completo e informativo. >Al establecerse la Real Audiencia en 1544, Cajatambo es considerada como tal, constituida por las Encomiendas de Ambar, Cajatambo, Andajes, Ocros, Lampa. Cuando pertenecía al Arzobispado de Lima, durante el gobierno del Virrey Amat, poseía una extensión muy grande en territorio; limitaba por el norte con la provincia de Huaylas, por el noreste con Conchucos, por el este con Huamalíes, por el sudeste con Tarma y por el sur con parte de Chancay.



Oidores de la Real Audiencia, en Nueva crónica y buen gobierno, de Felipe Guamán Poma de Ayala, en Biblioteca José María Arguedas

La provincia de Cajatambo fue creada por Reglamento Provisional del 12 de Febrero de 1821, integrando el departamento de Huaylas, por Ley del 10 de Octubre de 1836 pasó a formar parte del departamento de Junín, por Ley del 30 de Noviembre de 1851se le reintegró al departamento de Ancash y por Ley 2335 del 10 de Noviembre de 1916 fue anexada definitivamente al departamento de Lima.

La capital de la provincia igualmente llamada Cajatambo, fue trasladada a Chiquián mediante Ley del 12 de Noviembre de 1839 y le dió el título de Villa, por Ley del 7 de Setiembre de 1849 se restituyó la capital provincial a la villa de Cajatambo siendo elevada a la categoría de Ciudad por Ley 1115 del 11 de Octubre de 1909. Es interesante recordar que el distrito Manás fue creado por la Ley Regional Nº 457, desmembrándose del distrito de Gorgor.

Cajatambo históricamente ha sufrido una serie de transformaciones administrativas y jurisdiccionales, inclusive era una provincia extensa cuando integraba con lo que hoy son las provincias de Bolognesi y Ocros que se dividieron el 22 de Octubre de 1903. Integraban esta provincia los siguientes distritos:

- Cajatambo, creado en la época de la Independencia
- Cochamarca, creado por Ley del 2 de Enero de 1857
- Andajes, creado por Ley del 2 de Enero de 1857
- Caujul, creado por Ley de 30 de Enero de 1871
- Copa, creado por Ley de 2 de Enero de 1857
- Gorgor, creado por Ley del 2 de Enero de 1857
- Huancapón, creado por Ley de 25 de Setiembre de 1868
- Manás, creado por Ley Regional Nº 457, de 22 de Enero de 1921
- Naván, creado por Ley Nº 11984 del 27 de Marzo de 1953
- Oyón, creado en la época de la Independencia con el nombre de "Churín" y la Ley de 5 de Febrero de 1875, le cambió el nombre de "Churín" por el de "Oyón" que actualmente tiene.
- Pachangara, creado por las Leyes del 28/01/1863 y del 25/09/1868; por Ley Nº 9387, de 30 de Setiembre de 1941, se trasladó la capital distrital al pueblo de Churín.

El 05 de noviembre de 1985, por Ley Nº 24330 se crea la nueva provincia de Oyón con sus distritos: Naván, Andajes, Caujul, Pachangara y Cochamarca.

TURISMO ARQUEOLOGICO


El patrimonio arqueológico es un recurso social, cultural y también económico, para su utilización tanto educativa como comercial, esta última de la mano del turismo, es imprescindible la puesta en valor, es decir su identificación y estimación social.

Esto implica que, en el proceso de construcción sociocultural del pasado deben participar diferentes actores sociales, con mayor o menor grado de responsabilidad, pero todos con el compromiso de velar por los bienes culturales, tanto en el aspecto material como simbólico y significativo.

Al hablar de bienes culturales no nos referimos a un inventario de objetos atractivos, factibles de exhibir o yacimientos arqueológicos con arquitectura monumental, sino, al conocimiento e interpretación integral, contextualizado e interrelacionado del patrimonio cultural y su entorno natural, donde los objetos y sitios arqueológicos son solo una parte de un todo, integrados a un sistema cultural que manifiestan procesos históricos únicos e irrepetibles en el tiempo y el espacio.

La correcta difusión de los bienes culturales es de trascendental importancia para las comunidades que los poseen, ya que sirven para reforzar la identidad y diversidad en un mundo globalizado que tiene como paradigma la homogeneización y el consumo indiscriminado.

En Cajatambo, según fuentes históricas locales durante la época preincaica ya existían como centros tribales Chiraumarca, Huarash, Tambumarca, Shanog, Mamapunco, Purunmarca, etc., todos dedicados a la agricultura, cultivo bajo riego, como lo atestiguan los restos arqueológicos de los canales de irrigación de Huaylash Tocanca a Tambumarca; de Membrillo - Maray - Mamapunco al estanque de Milpog.

En este sentido el rol de las autoridades, instituciones, comunidades, pobladores es crucial para lograr una comunicación fluida y transparente; es decir, que en la misma medida que los pueblos se desarrollan en diferentes aspectos, se debe tener en cuenta siempre la importancia de realizar estudios técnicos que prevengan la destrucción o deterioro parcial y/o total de algunos sitios arqueológicos, caminos, casonas, balcones, únicos indicios de nuestros antepasados.

TURISMO ARQUEOLOGICO

El patrimonio arqueológico es un recurso social, cultural y también económico, para su utilización tanto educativa como comercial, esta última de la mano del turismo, es imprescindible la puesta en valor, es decir su identificación y estimación social.

Esto implica que, en el proceso de construcción sociocultural del pasado deben participar diferentes actores sociales, con mayor o menor grado de responsabilidad, pero todos con el compromiso de velar por los bienes culturales, tanto en el aspecto material como simbólico y significativo.

Al hablar de bienes culturales no nos referimos a un inventario de objetos atractivos, factibles de exhibir o yacimientos arqueológicos con arquitectura monumental, sino, al conocimiento e interpretación integral, contextualizado e interrelacionado del patrimonio cultural y su entorno natural, donde los objetos y sitios arqueológicos son solo una parte de un todo, integrados a un sistema cultural que manifiestan procesos históricos únicos e irrepetibles en el tiempo y el espacio.

La correcta difusión de los bienes culturales es de trascendental importancia para las comunidades que los poseen, ya que sirven para reforzar la identidad y diversidad en un mundo globalizado que tiene como paradigma la homogeneización y el consumo indiscriminado.

En Cajatambo, según fuentes históricas locales durante la época preincaica ya existían como centros tribales Chiraumarca, Huarash, Tambumarca, Shanog, Mamapunco, Purunmarca, etc., todos dedicados a la agricultura, cultivo bajo riego, como lo atestiguan los restos arqueológicos de los canales de irrigación de Huaylash Tocanca a Tambumarca; de Membrillo - Maray - Mamapunco al estanque de Milpog.

En este sentido el rol de las autoridades, instituciones, comunidades, pobladores es crucial para lograr una comunicación fluida y transparente; es decir, que en la misma medida que los pueblos se desarrollan en diferentes aspectos, se debe tener en cuenta siempre la importancia de realizar estudios técnicos que prevengan la destrucción o deterioro parcial y/o total de algunos sitios arqueológicos, caminos, casonas, balcones, únicos indicios de nuestros antepasados.